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  • Comunicación Estratégica

    Nos especializamos en Comunicación Corporativa y Gubernamental, Comunicación Política, campañas electorales, Media Training, gestión de comunicación de crisis, agenda de medios, estrategia de social media, eventos sociales y académicos, relaciones públicas, identidad corporativa, marketing.

  • Prensa y RRPP

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  • Monitoreo y escucha de medios de comunicación

    Conocer la agenda de los medios te permite ir un paso adelante. Contarás con un radar de iniciativas y monitorización de temas, tanto por fuentes públicas como por fuentes propias. Toda una unidad de inteligencia a tu servicio con la que tendrás información oportuna en tiempo y lugar. Conseguirás prevención, anticipación y oportunidades para defender tus intereses en la toma de decisiones.

  • Campañas electorales.

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  • Comunicación de gobierno.

    Asesoramos a las autoridades políticas y funcionarios en el diseño de programas y estrategias que les permitan acercar la percepción de la población con los resultados de su trabajo al servicio de la ciudadanía. Realizamos media training (entrenamiento de voceros) para un impacto positivo. Trabajamos por una comunicación eficiente de logros.

  • ¡Tu satisfacción total es nuestro propósito!

    Comunicas aunque no lo pretendas, así que hazlo de forma creativa, planificada y profesional. Diseñamos planes de comunicación corporativa, externa e interna, así como acciones de relaciones públicas, para difundir y consolidar la imagen y actividad de nuestros clientes entre todos sus públicos estratégicos.

¿Quién está detrás de tanta violencia y muerte?

De joven, con justa  indignación porteña, escuchaba comparar más de una vez a diversos amigos limeños a nuestro querido Chimbote con el mítico Chicago norteamericano de Al Capone. Por si fuera poco, ellos vivían en el Callao y Surquillo, zonas realmente movidas y bravas en cuanto a violencia. Conociendo a la gente de mi tierra, trabajadora y amistosa, rechazaba tal broma que buscaba enojarme, objetivo que, obviamente, lograba.
Hoy, muchos años después, estoy seguro que esta inaceptable calificación volvería a cobrar vida, pero no a modo de broma sino de válida preocupación por la ola de violencia y muerte que viene ocurriendo en nuestra ciudad.
Hoy, cuando Chimbote y Áncash deberían ser el epicentro de la noticia por su superación, desarrollo y proporcionar a sus habitantes una mejor calidad de vida gracias a los millonarios recursos con los que cuenta, asistimos pasmados a constantes denuncias, muchas de ellas evidentísimas y sólidamente sustentadas, sobre corrupción, reglajes, chantajes y, por si fuera poco, atentados y muerte.
¿Qué está pasando?... Desgraciadamente, la cultura del enfrentamiento, del insulto, de la amenaza, de la ‘bronca’ gratuita, del soliviantar a la masa, ha sobrepasado lo tolerable y echado un manto amarillo de enfermedad sobre muchos que irracionalmente hacen eco de tan bestiales consignas. Por ello las agresiones verbales y físicas a quienes piensan distinto o tienen ideas contrapuestas, sin importar incluso sin son autoridades elegidas democráticamente, congresistas o alcaldes, como María Helvezia Balta, Nena Escalante o Luis Palomino; he ahí una arista a tener en cuenta en el contexto de violencia que padecemos, pues es el germen que da inicio a agresiones mayores, a la pérdida de los valores democráticos, a la peligrosa intolerancia y, lo que es peor, a menoscabar y relativizar  el derecho a la vida.
El reciente asesinato del presidente regional encargado de Áncash, José Luis Sánchez Milla, el criminal atentado contra el consejero Ezequiel Nolasco (principal opositor de la cuestionada gestión de César Álvarez), la muerte del yerno de éste, tras disparos de sus agresores, ponen a Áncash y particularmente a Chimbote en el primer plano de la información mediática nacional, lamentablemente de modo negativo, por hechos criminales y la ‘chicagonizaciòn’ de la política y no por alcanzar exitosos índices de desarrollo humano o por gestiones eficaces y eficientes de sus gobernantes.
El contexto en el que se han desarrollado los últimos hechos criminales -férrea oposición a la ejecución de aproximadamente 850 millones de soles en obras públicas sin el debido control del estado peruano, sino a criterio de un organismo ajeno a él, y la decisiva elección del presidente regional encargado, entre consejeros de la oposición, y sus posibles consecuencias nefastas para el oficialismo, dan cabida a la pregunta que da pie a esta columna: ¿quién está detrás de tanta violencia y muerte?... ¿Tiene usted una respuesta?
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Recordando el futuro

Abog. Marco La Jara Morales

Más de uno debe quedar sorprendido del título de este artículo y es que no se puede recordar lo que aún no ocurre; pero tratándose del Fujimorismo, es claro suponer lo que puede ocurrir con este país si Keiko queda elegida como Presidenta, en ese caso hoy podríamos recodar (dada la fecha 28/05). No vale decir que no se los advertí. Creo que Keiko no debe ganar, y es que el Perú profundo recuerda a su padre como quien no se olvidó de los peruanos de segunda categoría, como se les considera a los peruanos del ande, aquellos que nunca fueron atendidos y que el “Chino” si lo hizo. Ellos recuerdan las frazadas, la comida, el colegio, la trocha carrozable, etc, pero no saben cómo se hizo o cómo se hace todo ello. Sólo conocen de ver llegar al helicóptero y recibir, por eso es que las frazadas se perdieron o rompieron, la comida se acabó, el colegio de deterioró y se declaró inhabitable y las trochas se llenaron de maleza otra vez. Y es que la lección bíblica de “enseñarles a pescar, es mejor que darles el pescado” es muy sabia. Si la gente reconoce a Keiko y le da la bienvenida es porque creen que pasará lo mismo, es decir, irán a regalar, a asistir, a usar la plata de todos para sus beneficios político partidarios. Por ello, Keiko y Kenji se pasean por el Perú arengado la política de Fujimori de los 90 y dicen: ¿quién pacificó al país?, ¿quién acabó con Sendero Luminoso y el MRTA?,  ¿quién detuvo la inflación?, ¿quién nos reinsertó en la economía mundial?, ¿quién acabó con los sindicatos y las protestas populares? FUJIMORI… y también Montesinos. Veamos; ¿qué política de Estado del gobierno de Fujimori no necesitaba el “trabajo sucio” de manera paralela para tener éxito?, analicemos todas las antes detalladas que los Fujimoristas celebran como logros del gobierno de Cambio 90 – Nueva Mayoría – Vamos Vecinos – Perú 2000 – Fuerza 2011. La política inflacionaria fue una receta del FMI que implicaba los despidos masivos producto de las privatizaciones (sinceramiento de la economía). De 6000 trabajadores en Sider Perú a 500. ¿El sindicato va a pitear?, yo lo infiltro decía Montesinos, pero eso es ir contra las leyes laborales; bueno, deróguese la Ley laboral; pero eso es inconstitucional, bueno, desaparezca el Tribunal de Garantías Constitucional. Es decir, las políticas de Fumjimori, NUNCA TENDRÍAN ÉXITO si no eran acompañadas por el “trabajo sucio” (trabajo político le dicen ahora) de Montesinos. ¿Cómo vamos a mantener la calma a la gente despedida?, págale su años de servicio y liberaliza la economía; liberaliza las farmacias, el transporte, las empresas por constituirse, los colegios, las universidades, las fronteras; es decir, se apertura una economía para todos y aparecen las combis, los ticos, los buses camión, los piratas, las Alas Peruanas (universidades), los colegios en las azoteas de las casas y/o edificios., ¿ah?, ¿qué tal?, ¿lindo no? ¿Eso es lo que quieren los peruanos? O es que Keiko y Kenji han aprendido una fórmula novedosa en Boston University para aplicar las políticas de su padre sin tener que usar el “trabajo sucio”. Explíquenle a los peruanos, cómo se hace… imagínense el impulso de una medida sectorial (privatizar los bosques) sin el apoyo de las FF.AA. y del delincuente Nicolás de Bari Hermosa Ríos y todo su séquito de ladrones, quienes  sí son traidores a la patria como dice Ollanta Humala. Imagínense un paro agrario en Huarmey con toma de carreteras. ¿Infiltrarán gente?, ¿harán sus anillos de seguridad como lo hizo Dianderas Ottone, Director General de la PNP, cuando mandó matar a los 7 agentes de seguridad en el Banco de la Nación, en la marcha de los 4 suyos?, ¿buscarán a su Blanca Nélida Colán para que –ante un enfrentamiento armado- no los acuse formalmente?, ¿qué política empleará en el VRAE; extorsionarán al narco Chávez Peñaherrera o a Cachique Rivera? Y si pierden una reelección -en el hipotético caso que sean gobierno el 2011- van a fraguar las elecciones como un 28 de mayo del 2000, cuando Toledo les ganó las elecciones y  al mando de José Portillo Campbell Jefe del ONPE, invirtieron los resultados, por lo que estuvo preso? ¿Por qué debo creer y confiar en el Fujimorismo? Pensar en ellos me hace no sólo “recordar el futuro” sino revivirlo.
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Crónica Viva - ¿Candidato o cándido?... No son suposiciones, ¡ESTÁ PROBADO!

Indolente, insolente e iluso. Con tales adjetivos se puede calificar fácil y apropiadamente a Scristopher Alcázar Mostacero -Cris, para sus amigos-, entusiasta e interesado empresario y politólogo chimbotano metido a la aventura electoral en base a su ‘elevado sentido de conciencia social’, además de sus ‘claros conceptos’ de democracia, justicia, solidaridad y derechos humanos. Un carismático hombre de negocios, como carismáticos y deseados son los billetes que anda regando entre abyectas conciencias para hacerse conocer, cosechar simpatías políticas y apuntar al sillón presidencial de la Región Áncash.

Cris, así con el cariño y el afecto que, obviamente, merecen quienes forman parte del disciplinado y ciego ejército del emperador que “desterró el terrorismo y construyó colegios”, seguro es asiduo visitante a la oficina, digo, la prisión, desde donde Alberto Fujimori cocina su intento para obtener la preciada libertad que malévolos y desinformados jueces peruanos le arrebataron por el puro afán de perseguirlo políticamente, a fin de evitar que la dinastía de los Fujimori gobierne eternamente estos pagos.

Tal vez en estas enriquecedoras visitas, ‘San Arberto’ ha llegado a su ¿conciencia? y le ha permitido ver la luz que el Perú y el mundo desconocen: todo aquello por lo que se le acusó, procesó y condenó son meras suposiciones, no se le ha probado nada. Ello, sumado a un posible Cd que durante horas –entre viaje y viaje, durante sus dulces sueños y hasta en el baño- le ha machacado en el cerebro el legendario grito del samurái encarcelado: “¡Soy inocente!”, han hecho bien la tarea y Cris, a ojos cerrados, cree en la cuasi santidad del iluminado japonés-peruano y hasta se atrevería a buscar su canonización. ¿Por qué no?... Si hizo tanto por el Perú y por las familias peruanas. Sobre todo, llenar el país de corrupción, educar a sus hijos con el dinero de los peruanos y hasta mejorar el negocio de las funerarias desperdigando por aquí y por allá algunas viuditas y huerfanitos.

Pero, aguafiestas hay en todos lados, vamos a quitarle la careta al demonio y tratar de ilustrar al buen Cris que, pobre él, tal vez no haya tenido la oportunidad de disfrutar de los éxitos de su mentor político por encontrarse en el extranjero estudiando.

Ojo, pestaña y ceja, tras 484 días de juicio y 161 sesiones, parafraseo al presidente de la Sala Penal Especial que juzgó al chino, los cuatro cargos objeto de imputación contra Alberto Fujimori -matanzas de Barrios Altos y La Cantuta, además de dos secuestros-, fueron probados más allá de toda duda razonable y, por consiguiente, la histórica sentencia (respaldada y alabada en todo el mundo), contra crímenes que constituyeron "la más grave y severa desvaloración de la persona", fue condenatoria.

Entre otras gravísimas cosas, se constató la existencia durante su gobierno de una estructura de poder paralelo encabezada por Fujimori, que tenía mando y comando, por ser Presidente y Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas Y QUE REALIZÓ OPERACIONES DE GUERRA SUCIA; valga decir, gestó, alumbró, parió y amamantó al sanguinario Grupo Colina, el mismo que, amén de otros horrendos crímenes, cegó la vida de nueve de tus paisanos a los que aspiras a gobernar –imagino que te suena el Caso de los Nueve Desaparecidos de Santa, sino haz un alto en tu bien aceitada campaña y date una vueltecita por este distrito, aquí cerquita nomás, y ponte al tanto con don Jorge Noriega Cardoso.

Finalizo reiterando que durante la lectura de la histórica sentencia contra tu chinito lindo y sagrado la frase más usada por los magistrados fue: “¡Sí, está probado!”. Nada de indicios, suposiciones o meras sospechas. ¡PROBADO! “MÁS ALLÁ DE TODA DUDA RAZONABLE”. ¿Quedó claro?

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Borges, el arte de conversar - Cultura - Cultura - ABC.es

Borges, el arte de conversar - Cultura - Cultura - ABC.es


Borges estaba ante mí. Mirando a lo lejos, hacia un infinito que se extiende dentro de su propio cuerpo...
-Me siento como si me estuviera examinando...
-No. ¿Por qué? Deje que la timidez corra de mi cuenta.
Ya me ha captado. Tiene los sentidos del alma muy aguzados.
-Me llamó la atención una frase de usted en su cuento «El otro».
-... ¿Está segura de no haberla inventado usted?... Porque a mí, la gente siempre me regala frases.
-Quizá le asediamos, le repetimos siempre las mismas preguntas...
-Y yo doy siempre las mismas contestaciones. Porque no soy muy inventivo. Suelo repetirme. Suelo plagiarme... Sí. Ustedes me atribuyen frases ingeniosas que yo, naturalmente, repito después. Pero que han sido inventadas por ustedes. En las entrevistas trato de no cerrarme. A mí me gusta la conversación. Por eso me dolió pasar tres meses en Michigan. Allí se ha perdido el arte de hablar. La gente no conversa: es muy triste. Dicen sólo «why» o «qué»... Debemos conservar ese arte, que inventaron los griegos y que luego Platón usó como vehículo literario. Los griegos ya habían estado hablando con Sócrates, pero la idea de recoger aquel diálogo fue de Platón. Yo creo que Platón sentía la nostalgia de Sócrates y quiso jugar a que seguía hablando con él. Bernard Shaw llegó a decir que Sócrates era una invención del dramaturgo Platón. Igual que Cristo fue una invención de los cuatro evangelistas.
-Vamos a charlar del futuro que tiene por delante; de algún deseo que le quede por cumplir.
-A pesar de mis ochenta años, tengo varias esperanzas... y un deseo muy emocional: yo quiero conocer la China y la India, que, de chico, descubrí en los cuentos de Kipling... Conozco las dos puntas del Oriente: Andalucía -que para nosotros es el Oriente- y el Japón. Me gustaría conocer lo que queda entre esos dos extremos: la China, la India y Persia...
Miro los ojos de Borges, que ven a través mío; pero a mí no me ven. En sus condiciones, ¿cómo puede conocer un país?
-Es que no tengo otro recurso. Además, yo sé que ese conocimiento no será ilusorio. Cuando estuve en El Cairo, y pude tocar las pirámides y me dijeron: «Aquí, a unos pasos, está la Esfinge»..., me sentí muy emocionado. Me incliné y levanté un poco de arena..., y pensé: «Bueno, de algún modo estoy modificando el Sahara...»; de un modo muy modesto. Eso bastó para que llorara de emoción... Yo puedo decir que estuve en Egipto y en Japón, aunque mis ojos vieran tan poco... Hay algo en estar en un lugar... Ahora, lo que veo es más o menos lo mismo que en Buenos Aires: veo mis manos que se mueven, y sé que son mis manos; veo mi bastón chino, y sé que es mi bastón... Lo demás son luces, sombras, una neblina grisácea, azulada... ¡Pero no importa!: yo sé que estoy en España, que estoy conversando con una española...
-Quizá capta incluso sensaciones que no podemos captar los demás.
-Creo que sí. Creo en la transmisión de pensamiento. No es un fenómeno insólito. Se da continuamente. ¿Por qué uno siente la amistad o la enemistad? ¿Por qué se enamora usted de una persona?... Por algo que está más allá de las palabras.
-Usted acepta como válidas todas las opiniones.
-No me gusta estar en desacuerdo. El acuerdo es más amistoso, más simpático. El desacuerdo corresponde a la juventud. Cuando yo era joven, era fácilmente polémico. Me gustaba ser revolucionario.
Su conversación está llena de pausas. Es difícil calcular si cada pausa es el final de un tema o el reemprender el hilo de la frase.
-Ya no me gusta la polémica. La discusión es un medio de llegar a una verdad. Un diálogo es siempre una colaboración. Espero que estemos colaborando los dos en este momento.
-Cuando se publica una narración suya, ¿siente que ya no le pertenece?
-Bueno, uno publica algo para librarse ya de ese tema, ¿no?, para quitárselo de encima. Alfonso Reyes me dijo: «Publicamos para no pasar la vida corrigiendo borradores».
-Usted siempre afirma que está insatisfecho de su pasado.
-¡Vistas mis obras completas...! Estoy de acuerdo con algunas páginas. Me resigno a las otras sin mayor entusiasmo. Si va a Buenos Aires, usted no encontrará en casa ni un solo ejemplar de un libro mío: Mi biblioteca es elegida, y ¿quién soy yo para colocarme junto a Séneca, Quevedo o Bernard Shaw?...
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El Frente de Defensa y un viejo mal: la traición

Ítalo Jiménez Yarlequé

Nació para reconstruir, fortalecer y consolidar el tejido social de nuestra provincia; vio la luz como enérgica respuesta a la problemática que afectaba a esta parte del país y las justas aspiraciones de sus pobladores; como un puño a blandir ante el abuso y la postergación de los gobernantes de turno; para afrontar las dificultades generadas por la atomizada y desarticulada organización sindical, que debilitaban las demandas sociales. En fin, prorrumpió para darle una firme voz contestataria, a la vez que propositiva y democrática, a un pueblo que veía como el tren de las oportunidades pasaba de largo una y otra vez, sin parada alguna, ante la sonriente complicidad de un Estado que persistía –y persiste- en favorecer otras tierras y en postergarnos sistemática y crónicamente. Encendió algunas luces de esperanza –con logros y desaciertos- que ahora palidecen y se apagan.
El Frente de Defensa de los Intereses de la Provincia del Santa tuvo memorables jornadas contra el fujimontesinismo, contra el toledismo y contra el aprismo, en tanto y en cuanto, gobiernos que miraban nuestra localidad de costado, especializándose en promesas que nunca cumplieron y en poner trabas y trampas para retardar, sino cercenar, nuestras expectativas de desarrollo y bienestar… Pero, lamentablemente hoy ha devenido en comparsa y patético Felipillo del poder amarillo encaramado en el Gobierno Regional de Áncash, al cual hace coro, en vez de lanzarle frontalmente la exigencia de avanzar con efectividad en la ejecución de los proyectos prioritarios que se comprometió a ejecutar.
El Frente de Defensa, ¡qué duda cabe!, ha claudicado ante el insaciable apetito de algunos canallescos dirigentes que han utilizado una vez más su posición dirigencial para tratar de enrumbar sus proyectos y afanes personales, a costa de arriar las banderas de control y fiscalización del poder. Insoslayablemente, una voracidad electorera los anima a traicionar los principios que fingieron defender cuando, teatralmente, enfrentaron a la anterior dirigencia acusándola, ¡vaya ironía!, de aconchabarse con César Álvarez y su cuestionado entorno político. Venta de conciencias, que le llaman.
Al igual que quienes antaño fueron blanco predilecto de sus críticas más ácidas y mordaces, ahora también Juan Chuiz –y junto a él su corte de convenidas pirañitas hambrientas de un pedacito de poder- ha perdido legitimidad, con lo que se vuelve cómplice de la ineficacia e ineficiencia que mantienen en el atraso y postergadas las obras más prioritarias que deben traer progreso y bienestar a la provincia del Santa.
Se impone una purga y la extirpación de los elementos cancerígenos que han puesto en un estado de enfermedad servil al Frente de Defensa de los Intereses de la Provincia del Santa, para favorecer con sus silencios y sus cortesanos ‘chí cheñol’ al movimiento político que desgobierna Áncash. La sociedad necesita de reales y sinceros canalizadores de sus demandas y aspiraciones.
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El Odio de los Bienintencionados

 

A comienzos de diciembre, luego de un agradable paseo por los Barrios Altos, me encaminaba con un amigo hacia la avenida Abancay por el Jirón Ancash, cuando nos sorprendió encontrar un letrero en una casona: MUSEO AFROPERUANO.
El ingreso era libre y había servicio guiado. Nos mostraron los mapas del tráfico de esclavos hacia el Perú, las escrituras notariales de compra de personas (muy formales eran los propietarios) y un acta de liberación de un esclavo en tiempos de Castilla. Como el museo es interactivo, en la sección de instrumentos musicales, también estuve agitando una quijada de burro.
En los siguientes días comprobé que, como yo, ninguno de mis amigos había escuchado hablar de un museo tan importante. A mí entender, este desconocimiento general se debía a su promotora: nada menos que la congresista fujimorista Martha Moyano. Probablemente algunos medios de comunicación habían preferido no difundir alguna información que pudiera mejorar su imagen.
A mi entender, es muy difícil descalificar totalmente a una persona y los personajes públicos también lo son. Sin embargo, en el Perú solemos hablar de muchos de ellos como si fueran individuos absolutamente viles y abyectos. En realidad, siendo objetivos, encontraremos acciones positivas aún en personas que por razones muy válidas rechazamos. Por ejemplo, Alan García inauguró en su primer gobierno las primeras Comisarías de la Mujer; el servicio militar obligatorio fue abolido por Fujimori, con lo que también terminaron las levas en las zonas rurales y las gestiones de Juan Luis Cipriani lograron que el Seminario San Cristóbal de Ayacucho se transformara en uno de los más hermosos centros culturales del Perú, donde he asistido a varias actividades de derechos humanos.
Reconocer acciones acertadas de políticos o funcionarios en nada elimina su responsabilidad frente a faltas o delitos, ni tampoco impide que se puedan criticar sus errores. Cuando fue Alcalde de Magdalena, el cuestionado Francis Allisson promulgó la primera Ordenanza contra la discriminación y promovió numerosas actividades antirracistas en los colegios del distrito. Luis Castañeda, pese a desesperantes demoras, renovó las avenidas Petit Thouars y Arenales y reestableció el sistema de paraderos que parecía que nunca había habido en Lima. Además, en una decisión de gran valor simbólico, retiró la polémica estatua de Pizarro de un lugar de homenaje, para instalarla en un parque temático.
Una de las razones por las que es tan frecuente a la descalificación personal de alguna figura pública es que los medios de comunicación periódicamente parecen necesitar un chivo expiatorio que quemar en la hoguera. Muchos reportajes se regodear en exhibir al “corrupto de la semana”, en lugar de enfrentar los asuntos de fondo que hacen endémica a la corrupción. En otros casos, se dedican carátulas o titulares no a lo que determinado personaje hizo, sino a lo que dijo, normalmente citado fuera de contexto. A veces, a lo que dijo algún familiar, como la madre de Ollanta Humala o el padre de Lourdes Flores.
El otro factor es la ausencia de debates ideológicos en las campañas políticas. Difícilmente puede encontrarse diferencias en los planteamientos económicos de Alejandro Toledo, Jaime Bayly, Lourdes Flores, Alex Kouri, Keiko Fujimori, Luis Castañeda, Alan García o Yehude Simon. Por ello es que las simpatías y las antipatías tienen que ver con elementos personales, muchas veces intrascendentes.
Lo más peligroso es cuando también quienes respaldan una causa justa terminen cayendo en el rechazo total a una persona, perdiendo inclusive criterios de humanidad y sintiendo satisfacción en el sufrimiento del otro, como si esa fuera una meta.
Hace unos años estaba promoviendo con varios amigos una campaña para que el General Clemente Noel fuera procesado por los numerosos crímenes cometidos contra campesinos de Ayacucho. Encontrándome en esa ciudad, una joven abogada me comunicó que Noel había fallecido:
-¡Ni un día sufrió un día en la cárcel! –decía, fuera de sí -. ¡Estoy furiosa!
Me quedé desconcertado y pensé que en que a veces puede ser confuso el límite entre exigir justicia y caer en el ensañamiento. Sentí lo mismo el mes pasado, cuando algunas personas protestaban porque Fujimori asistió a la boda de su hija en la capilla de la DINOES. De igual forma hay quienes creen que no debió permitirse a Antauro Humala acudir al velorio de su hijo mayor o que debe impedirse que Abimael Guzmán contraiga matrimonio.
Probablemente, una señal de que se pasa del rechazo político al odio personal es cuando se incurre en descalificar a una persona por su lugar de origen, su apellido, su forma de hablar, sus rasgos o su apariencia física (ser gordo parece ser peor que ser corrupto).
Una señal de madurez es aprender a combatir actos o posiciones, no a personas. Es un camino más difícil, pero más eficaz y más sano para uno mismo.
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LA MADRE DEL CORDERO

RADIO SANTO DOMINGO – RSD 102.1 FM

Chimbote - Áncash - Perú

La visita a nuestra ciudad del embajador de Brasil en el Perú, D'Escragnolle Taunay Filho, confirma que, efectivamente, una de las potencias económicas más importantes del mundo tiene interés en estrechar sus vínculos comerciales con nuestro país y, en particular, con Áncash. Esto coloca a nuestra región –y a Chimbote en particular– frente a grandes retos para asumir con creces la posibilidad de comerciar con Brasil. ¿Estamos preparados? Obviamente, en estos momentos, no. ¿Podríamos estarlo en un futuro cercano? Sí. ¿Qué se requiere? ¿Un plan de desarrollo integral? ¿La concreción de la Región Nor-Centro-Oriente Áncash-Huánuco-Ucayali? ¿Mejor infraestructura vial, portuaria y aeroportuaria? ¿Que Chinecas sea una realidad? ¿Implementar una industria manufacturera? ¿Capacitación de los productores agrarios? ¿Y los industriales pesqueros y de otros rubros están listos? ¿Es cierto que se podrá llevar a Brasil productos agrícolas “de la chacra a la olla”, como dice el presidente regional César Álvarez?... y un largo etcétera.

El tema será analizado este sábado 20 de marzo en el programa de análisis “La Madre del Cordero” por los siguientes invitados: Hugo Marquezado Coronado (director de la ONG Atusparia), Luis Málaga Linares (ex presidente de Conveagro Áncash) y Yuri Vivar Miranda (ex jefe del Pronaa Chimbote).

“La Madre del Cordero” , el programa de análisis de Radio Santo Domingo, conducido por el periodista Ítalo Jiménez Yarlequé, se transmite a partir de las 9 de la mañana a través de los 102.1 FM en su dial y en www.radiosantodomingo.pe en internet.

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Italo Jiménez Yarlequé
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La cotidiana (des)confianza

Wilfredo Ardito Vega

-¡Qué avezado eres!
Así me decía una amiga que se interna hasta remotas comunidades amazónicas y andinas para mediar en dramáticos conflictos sociales.
Sin embargo, ella me consideraba temerario porque, varias veces, cuando ya no pasan combis hacia el lugar al que tengo que llegar, he tomado un taxi compartiendo el gasto con algún desconocido que iba en la misma ruta.
-¿No te daba miedo? ¡Si no lo conocías!
-Por eso mismo –le digo -. ¿Por qué iba a desconfiar?
En varias ocasiones he escrito sobre la desconfianza que sienten muchos peruanos hacia los desconocidos y cómo termina perjudicando precisamente a quien desconfía.
-Si no conoces a alguien –suelo decir –no tienes mayor razón para desconfiar. Desconfía mas bien de las personas que conoces y te han hecho algo.
En mi caso, confieso que, como yo asumo que se puede confiar en los demás, encuentro cierta magia en entablar una relación amable y efímera con alguien que no conozco y que jamás volveré a ver, sea en la combi, el taxi, el avión, la cola del banco o la única mesa disponible del restaurante.
Siento lo mismo cuando intercambio bromas con el cobrador de la combi o converso con el taxista. En este caso, sea que intercambiemos datos sobre comida (por ejemplo sobre los mejores chifas), comentemos sobre lo mal que nos caen determinados líderes políticos, o yo suelte algunos chistes a lo frase W, el trayecto se hace muy rápido y entretenido.
Me parece también que aquellos taxistas que, por sus rasgos físicos, su vestimenta o algún detalle de su apariencia (arete, cicatriz, gorra) podrían sentirse discriminados son aquellos que mejor se sienten cuando uno los trata cordialmente.
A veces me quedo pensando por qué no me encuentro con esos taxistas-delincuentes que angustian a tantos limeños. Ensayo varias explicaciones: la primera, es que tengo suerte; la segunda es que mi Ángel de la Guarda sigue trabajando con ahinco; una tercera es que la proliferación de taxistas-delincuentes es una leyenda urbana, con lo cual sólo queda concluir que, en general, los limeños son personas honestas. La cuarta hipótesis, que no descarto, es que seguro una vez al mes me toca algún taxista-delincuente, pero que ha estado tan entretenido por la conversación que me he salvado. De hecho, mi humor en el taxi es mas bien cínico:
-Sabe una cosa, señor –solía decir el año pasado -, yo no le doy propina al taxista. Le regalo un desarmador.
Eran los tiempos en que los noticieros advertían sobre un taxista que asaltaba a sus víctimas con esa herramienta.
Por si acaso, no respondo por los que le pueda pasar a quien sube a un Tico: dejé de tomarlos en el 2001. Menos respondo por los “taxistas formales” del Aeropuerto que a unos amigos noruegos les cobraron 120 soles hasta el Golf de San Isidro y a un abogado español 150 hasta el Meliá. Esos auténticos carteristas ni siquiera usan desarmador y para recursearse se amparan en su corbata y en carteles que dicen que los taxistas de fuera son peligrosos.
En realidad, la desconfianza generalizada ocasiona numerosos costos a una sociedad y hace que hasta las cosas más sencillas sean difíciles. Por ejemplo, durante los meses en que había una exhibición de vacas artísticas en varios parques de Lima, pude ver a muchas familias tomarse fotos… pero nunca podían salir todos juntos porque, aunque hubiera mucha gente en el parque, no se atrevían a pedirle a nadie que les tomara. Acaso pensaban que no querría hacerlo o, lo más probable, temían que se fuera corriendo con la cámara.
Quizás debo admitir que reservo mi desconfianza hacia quienes ejercen o buscan el poder. En la vida cotidiana, en cambio, creo que no se justifica tanta duda y sospecha.
Si los limeños dejáramos de estar permanentemente desconfiando de quienes no conocemos, nuestra vida sería mucho menos estresante y nuestras actitudes no serían tan agresivas frente a ocho millones de personas que, objetivamente, no han hecho nada para merecer nuestra sospecha.
-Los años me han enseñado a tener cuidado –dicen algunas personas.
A mí, los años me han enseñado a confiar en la gente y a no generalizar las malas experiencias.
Todos ganaríamos en una sociedad cuyos integrantes confiaran más entre sí… Lo dice alguien que intenta hacerlo siempre y a quien, felizmente, hasta ahora, no le ha ido mal en ese camino.
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La importancia de saber elegir

Ítalo Jiménez Yarlequé

¿Dejarías tu casa a cargo de un ladrón? ¿Pondrías al frente de tu pequeño negocio a quien tiene más de una denuncia por corrupción? ¿Elegirías como dirigente de tu barrio a quien se caracteriza por embellecer y realizar obras solo para su cuadra y la de sus amigos más cercanos? ¿Qué suspicacias te despierta quien ingresa a la gestión pública con pocos recursos y sale de ella con más de una propiedad y bienes? ¿Nombrarías para edificar tu casa a alguien que no está calificado, es decir a un abogado en vez de un ingeniero civil?
Muchas veces tomamos decisiones sin reflexionar, sin mayor ejercicio de la razón, sin darnos cuenta que ellas definen el rumbo de nuestra sociedad y de nuestras vidas. Y aún más importante: la vida y futuro de nuestros hijos y descendientes. Luego lo lamentamos profundamente. Criticamos la impunidad, los escándalos de corrupción, los elevados índices de inseguridad, la informalidad, el desorden, el maltrato en nuestros hospitales y centros de salud, la ineficacia e ineficiencia de los gobiernos locales, regionales y de la mayoría del aparato estatal  en la búsqueda del bienestar y desarrollo de la población… pero consentimos todo ello, directa o indirectamente, con nuestra pobre y famélica conciencia ciudadana.
Es casi sistémico –y sintomático- que cada cuatro o cinco años demos o permitimos que la espada del poder llegue a manos de los menos indicados, de quienes hacen de la política no una vocación sino una profesión, un medio para enriquecerse, una fuente para ensanchar las entrañas y sus bolsillos, de quienes no reúnen suficientes capacidades morales ni profesionales, de aquellos inconsistentes que carecen de coherencia y lealtad a una ideología, pensamiento o programa político, que cambian de color y camiseta partidaria guiados solo por sus apetitos y ambiciones personales, que capturan medios de comunicación y periodistas para ponerlos al servicio de su avidez y codicia, y luego lamentamos cuando la blanden contra nuestras justas y válidas aspiraciones.
Por eso, es importante, ¡vital!, que este y el próximo año en los que volveremos a tener la oportunidad de realizar el ejercicio de elegir aprendamos a hacerlo, previo análisis de las ofertas electorales, del pasado político de los candidatos, del contraste de planes y del análisis de equipos técnicos.
No apoyemos más a ladrones, embusteros y corruptos, castiguémoslos al no otorgarles el voto a fin de que no rellenen más sus ya abultados bolsillos, mientras exprimen los nuestros y además cobran sustanciosos sueldos públicos. Es hora de decir basta a los políticos corruptos, basta de repartos, de turbulencias, de pestilencias y contubernios. Llamemos a las cosas por su nombre y cambiémoslas. Maduremos el acto de elegir.
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REAPARECIENDO A TRAVÉS DE LA RADIO

Amigos, saludos y un fuerte abrazo para todos, los invito a participar conmigo este y todos los sábados de cada semana en el programa "La Madre del Cordero", a través de Radio Santo Domingo 102.1 FM o en internet mediante https://www.radiosantodomingo.pe/ , de 9 a 10 de la mañana. El programa, como muchos de ustedes ya saben, es de entrevista, análisis y debate de los temas más importantes que están en la agenda de nuestra ciudad y el país. Participen y, junto con nosotros, ¡promuevan el cambio!


Participen con sus comentarios y opiniones llamando a los siguientes números: 327435 ó al nextel 410*7272. También pueden escribirnos a través de la página web de la radio.
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Un cambio de actitud es la actitud

Ítalo Jiménez Yarlequé


¿Desea obras realmente importantes, que impacten positivamente en su bienestar y desarrollo personal, familiar y comunal? ¿Está cansado de veredas, carreteras, aulas, servicios básicos e infraestructuras que colapsan antes de lo previsible? ¿En vez de una fuente ornamental prefiere un parque en su zona de residencia? ¿Busca potenciar sus habilidades y capacidades para insertarse en cadenas productivas y generarse mejores ingresos?... ¿Qué espera entonces para dejar de ser espectador y pasar a ser protagonista?

El desarrollo depende no solo de las autoridades (es un tema demasiado importante y vital para cometer el error de dejarlo únicamente en sus manos -y en algunas largas uñas), requiere del compromiso y la participación de todos: especialistas, técnicos, líderes y, fundamentalmente, usted, para discutir pública, participativa y democráticamente los problemas y obstáculos a superar en la elección de caminos adecuados para mejorar nuestros índices de desarrollo humano. Obviamente basados en el diálogo y la concertación, con la fuerza que nos da la Ley del Presupuesto Participativo, por citar un ejemplo.

Usted, yo, nosotros, todos, tenemos el deber de superar el viejo paradigma de una planificación para el desarrollo excluyente, en la que las autoridades y técnicos priorizaban el aspecto económico-material (como infraestructura, servicios, tecnología, etc.) en desmedro de una visión integral que, además de lo anterior, busque ampliar capacidades, información, libertades, derechos y deberes, autoestima y equidad.

En esta visión los ciudadanos ya no deben ser percibidos como meros objetos pasivos de desarrollo (“los demás lo hacen, es su deber”), sino como sujetos activos, participantes, como el epicentro mismo de su desarrollo. Como dueños de sus destinos, deben participar en alcanzar la meta común de mejorar las condiciones y la calidad de vida propia y de los demás, poniendo los mayores esfuerzos y creatividad para crecer no solamente en el aspecto económico sino preponderadamente como seres humanos, ampliando capacidades y oportunidades no sólo para tener más (propiedad) sino para hacer más (producir) y ser más (crecer como personas).

Para ello, requerimos un cambio de actitud frente a la vida y asumir el desarrollo como meta personal y colectiva, sin escatimar esfuerzos. Es decir, hay que entrar a la cancha y jugar nuestro partido: en época electoral, eligiendo responsablemente ideas y programas viables; proponiendo y sustentando proyectos de bienestar común; vigilando y fiscalizando el uso de los recursos públicos (lo que incluye rechazar y denunciar la corrupción, es decir el viejo y nocivo “roba, pero hace obras” que comentamos en una anterior columna). Empecemos por organizarnos en nuestra calle, en la manzana, en el barrio, en el pueblo joven, pongámonos el uniforme de la ciudadanía y dirijamos la proa hacia los mares de la democracia participativa. Sé arquitecto de tu destino y del destino de los tuyos. Un cambio de actitud es la actitud que más necesitamos.
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Corrupción, algunas causas que atacar

Ítalo Jiménez Yarlequé

En el post anterior hablábamos de lo pernicioso de la corrupción para nuestra sociedad y anunciábamos que pondríamos a consideración de ustedes, amables lectores, algunas variables que generan y promueven esta lacra. Obvio que no son las únicas a tener en cuenta, pero son importantes.
En primer lugar, debemos resaltar que el paupérrimo nivel de educación en valores pasa la factura finalmente a través de una relación inversamente proporcional al nivel de corrupción. Este es un punto que pasamos por alto, o minimizamos, por estar siempre buscando la viga en el ojo ajeno; por practicar ese conocido deporte nacional de volcar las culpas y responsabilidades en los que nos rodean y no cuestionarnos ni cuestionar qué clases de personas y ciudadanos estamos formando en casa.
En segundo término apuntemos al clientelismo y la falta de transparencia en las instituciones públicas, que son otros notorios insumos para la hirviente y ancha olla de la corrupción. Es insoslayable la negrura y turbidez con la que actúan los distintos gobiernos públicos. El clientelismo en todos los niveles de gobierno es muy elevado. Nuestras municipalidades y empresas públicas están plagadas de empleados que están allí por ser del partido o amigos de la persona oportuna. Abundan los empleados que entraron de forma provisional y se quedaron allí de por vida, que carecen de valores de servicio y que nunca se jugarán su puesto por defender el interés general. También es incomprensible que, salvo pequeñas excepciones, no existan mecanismos mínimos de evaluación del desempeño de nuestros servidores públicos. Como consecuencia, la carrera está demasiadas veces vinculada a las fidelidades personales y no a la valía y profesionalidad.
En tercer lugar, tenemos demasiadas normas innecesarias y muchas leyes necesarias que no existen, y cuando existen no se cumplen y no ocurre nada. Las leyes de incompatibilidades son sistemáticamente violadas; no se regulan los conflictos de interés; en fin, parece que no nos tomamos muy en serio la prevención y la lucha contra la corrupción… y hay que ver cómo nos va.
Exhortamos a una preocupación mayor por dar formación e información a la ciudadanía sobre los enormes daños que causa a un país la corrupción. Deberíamos incorporar a la educación formal un análisis de la corrupción y sus efectos. La sociedad civil debe implicarse de modo más comprometido en esta lucha, porque resulta insostenible para nuestras expectativas de bienestar, desarrollo y democracia, convivir y justificar a la corrupción y los corruptos; por ello, invocamos y llamamos a una respuesta contundente y efectiva de todos contra este cáncer moral, ya que una sociedad no puede resignarse a él y, por el contrario, es su deber exigir urgentemente de nuestros representantes una respuesta consensuada y efectiva contra tal lacra social. Sus acciones, más que sus dichos y discursos contra ella, pueden ser buenos indicadores para decidir por quién o quiénes votar en los jornadas electorales que se cumplirán entre este año y el próximo.
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¿Es válido robar si se hacen obras?

Ítalo Jiménez Yarlequé

“Roba, pero hace obras”. ¿Cuántas veces ha escuchado -o incluso dicho- esta lamentable y equivocada frase soslayando la gigantesca apología a la falta de moral y ética que contrabandea? La corrupción, es corrupción y punto. Es como un cáncer que avanza imparable si no se toman medidas para detenerlo. Sus redes, sus largos brazos y uñas se expandirán y controlarán más empresas, instituciones de todo nivel, municipalidades, gobiernos regionales y hasta organismos esenciales del Estado si los partidos, los Gobiernos y, sobre todo, la sociedad no se unen para detener esta enfermedad social.

El truco, la insana trampa de la tristemente célebre frase “roba, pero hace obras” subliminalmente anida en nuestras mentes la idea de que la corrupción es un peaje a pagar en la búsqueda del desarrollo y el bienestar deseados. Nada más lejos de la realidad. Las economías más sólidas, los países con mayor índice de desarrollo humano son países bastante honestos. La corrupción, como demuestran irrebatibles estudios, aleja la inversión, genera gastos innecesarios y reduce los ingresos públicos. Una sociedad con alta corrupción elabora políticas para beneficio de unos pocos, no de ella en su conjunto; una sociedad con alta corrupción genera infraestructuras deficientes (recuerde las pistas y veredas rápidamente agrietadas; las instituciones educativas y postas mal construidas; las redes sanitarias prontamente colapsadas, etcétera). La corrupción produce un deterioro en el funcionamiento de la justicia (los culpables salen libres y los inocentes son encerrados), daña el Estado de Derecho y genera profundas desigualdades sociales (obras para los amigos, indiferencia para los enemigos).

Lamentablemente la corrupción seguirá expandiéndose de seguir percibiéndose y comprobándose la impunidad en la que se mueve, pues resulta racionalmente rentable arriesgarse a ganar mucho dinero robando a una colectividad difusa, atomizada, dividida, sin peligro de ir a la cárcel por hacerlo. Es obvio que personas con principios éticos sólidos no aceptarán este intercambio, pero, por desgracia, la solidez de los principios no está garantizada entre nuestra clase política y una buena parte de la sociedad civil. En una posterior columna examinaremos algunas variables importantes que oxigenan a la corrupción.

Por ahora, fundamentalmente, buscamos enfatizar el siguiente mensaje: no debemos resignarnos, es posible luchar contra la corrupción y ganarle la batalla. Para ello, es ineludible tomar el problema en serio. Se requiere y urge una respuesta contundente y efectiva de la sociedad civil contra esta lacra; la sociedad no puede resignarse a tal degradación moral y debe empezar por desechar frases como la señalada al inicio de esta columna. Si usted le exige al futuro que sea mejor que el presente, usted, entonces, debe luchar por ese futuro, debe comprometerse, de modo práctico, con él. No justifiquemos esta pudrición social, pues, literalmente, mata.

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SIN INFORMACIÓN NO SE PUEDE COMBATIR LA INSEGURIDAD

Juan Briceño Pomar

Imaginemos que somos médicos y nos llaman para atender una emergencia. Lo único que sabemos es que el paciente tiene fiebre alta y, por teléfono, le recetamos un antibiótico y esperamos que se cure. Sin entrevistarlo para conocer que siente, sin haberle realizado ninguna prueba complementaria o verificar como responde al tratamiento que le administramos suponemos que sanará.Aunque parezca mentira, así se maneja la política de seguridad en el Perú. Si la inseguridad es de por sí un fenómeno complejo y difícil de entender, el tratar de enfrentarla sin conocer su real dimensión, causas y características distintivas es garantía de fracasar en el intento.En la confección de sus políticas nacionales de seguridad, la herramienta que vienen utilizando países que han logrado avances en este campo son las “Encuestas de Victimización” que miden la percepción de inseguridad, la victimización real y la capacidad institucional para contener las amenazas.Debo aclarar que no estoy refiriéndome a ella como “la solución mágica al problema de inseguridad”, sino simplemente como un instrumento importante para diseñar políticas públicas efectivas.Las encuestas de victimización profundizan en cada uno de los temas para conocer sus causas, localización, temporalidad, características, similitudes y relación con otros hechos. Deben ser realizadas periódicamente y sirven de línea de base para evaluar las políticas de seguridad.En el Perú sólo se ha realizado una Encuesta de Victimización con esas características. Fue a finales del 2004 en el marco del proceso de reforma policial y con apoyo del BID. Se tenía previsto que estos estudios se realizarán anualmente para ir mejorando continuamente las políticas y los resultados pero, como todo en materia de seguridad, los cambios de responsables en el ministerio del interior dejaron esta medida en el olvido.En el ámbito operativo las herramientas que mejores resultados han dado son los análisis de la criminalidad basados en las estadísticas policiales y los mapas del delito que permiten planificar las intervenciones y emplear eficazmente recursos escasos.Al igual que con las encuestas de victimización en esta materia tenemos serias dificultades.El área de seguridad ciudadana del Instituto de Defensa Legal denunció un “manejo irresponsable de las estadísticas en la Policía, ¿acaso se puede esperar políticas de seguridad eficaces y adecuadas si están fundamentadas con datos falsos, ajenos a la realidad?”.http://www.seguridadidl.org.pe/destacados/2009/21-08/cifras-bamba-de-la-policia.htmDesde el año 2004, a nivel internacional, no se toman en cuenta los datos que proporciona nuestro país para confeccionar las tasas de homicidios por 100,000 habitantes puesto que hay diferencias significativas entre las cifras de la policía, el ministerio de salud y la fiscalía (instituto de medicina legal).Esta tasa es un indicador que permite comparar los niveles de violencia e inseguridad en diferentes países o regiones. Si analizamos las estadísticas policiales sobre homicidios y calculamos la tasa por 100,000 habitantes constataremos que nuestro país ha pasado de 4,80 el 2003 a 12,16 el 2008 dato de por sí alarmante que deja mal parados a quienes sostienen que sólo estamos frente a un problema de percepción.Otro de los instrumentos que optimizan la intervención operativa frente a la inseguridad es el “mapa del delito” que, basado en las denuncias de la ciudadanía y un programa informático, grafica la problemática delictiva de una localidad. Aún con la limitación de una baja tasa de denuncia puede servir como referencia para planificar la distribución de los recursos teniendo en cuenta los días, horas y zonas críticas.Se ha anunciado que en este año se implementará un sistema de este tipo en todas las comisarías del país. Es una magnífica noticia que ojalá se haga realidad y que implica que desde ya se vaya capacitando al personal policial que va a utilizar el sistema y a los analistas para sacarle provecho.A manera de sugerencia para mejorar la situación, planteo tres medidas sencillas, económicas y viables de ejecutar en el corto y mediano plazo:1. Diseñar una encuesta de victimización que incluya: victimización real, percepción de inseguridad y valoración de instituciones. Que, por tratarse de un problema que ha sido declarado de interés y prioridad nacional, se encargue su aplicación anual al Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI).2. Que el Consejo Nacional de Seguridad Ciudadana (CONASEC) implemente un Observatorio Nacional del Delito y de forma paralela y coordinada con los gobiernos regionales se implementen Observatorios Regionales.3. Que la Policía Nacional del Perú (PNP) designe a los jefes de las áreas de planeamiento de todas las unidades operativas como responsables de las estadísticas y se les capacite y equipe con herramientas tecnológicas que garanticen la veracidad de la información.Estoy convencido que estas sencillas acciones pueden contribuir a que las instituciones mejoren su actuación y puedan garantizar la seguridad de los ciudadanos.
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El faenón de Antamina

Por: Humberto Campodónico

En los últimos días, la prensa internacional ha informado acerca del plan de inversiones de Antamina por US$ 1,288 millones. Como se sabe, este plan incluye reinversiones por US$ 900 millones, las que no pagarán impuesto a la renta (IR), debido al convenio de estabilidad tributaria que la empresa firmó bajo Fujimori en 1999 (ver Antamina: reinvirtiendo con nuestros impuestos, www.cristaldemira.com, 23/11/2009). El no pago del IR implica que Sunat dejará de recaudar US$ 270 millones (900 millones x 30%), lo que afectará en 50% al gobierno central y en 50% a la Región Áncash (gobierno regional y gobiernos locales). Eso desató importantes movilizaciones en toda la Región. Hemos dicho en esta columna que ese incentivo tributario fue derogado en setiembre del 2000 porque ya no estamos en 1990-91 y por su alto costo fiscal. Si bien todavía rige para Antamina debido al convenio de estabilidad, la actual coyuntura de altos precios hace innecesario que la empresa lo utilice. Miren, si no, lo que acaba de declarar Greg Waller, vicepresidente de Teck (empresa canadiense que tiene el 22.5% de Antamina): “El proyecto se financiará con el propio flujo de caja de la empresa. Agregó el Sr. Waller que Teck no invertirá “cash”, sino que solo reducirá la distribución de utilidades en una cifra no mayor a US$ 100 millones en los próximos dos años” (13/1/2010, http://www.tcetoday.com/tcetoday/NewsDetail.aspx?nid=12424).En cristiano, el Sr. Waller dice que de ese mismo cuero saldrán las correas. Claro que sí. Antamina ha tenido utilidades superiores a los US$ 1,000 millones anuales del 2006 al 2009 (en total US$ 6,320 millones). Y las seguirá teniendo, pues los precios del cobre y del zinc siguen altos. Así, la inversión se iba a hacer de todas maneras, con o sin incentivo tributario (para ellos, un ripio). Así, la reinversión, que se hará en cuatro años, del 2010 al 2013, se financiará con el flujo de caja. Lo mismo sucederá con los US$ 388 millones adicionales del total del plan de inversión. No solo eso. Antamina seguirá teniendo utilidades netas todos esos años, las mismas que “solo se reducirán en algo”. ¡Qué bonito negocio! No queda duda de que la empresa ha logrado un faenón para sus accionistas (no para el Perú), que es legal, pero no legítimo. El problema aquí tiene que ver solo en parte con las empresas, que siempre van a buscar maximizar sus utilidades. El otro lado del problema –el principal– es que el actual gobierno no le ha planteado a la empresa, en ningún momento, sentarse a la mesa para discutir la repartición de las sobreganancias por los extraordinarios altos precios de los minerales. Por eso aceptan, sin mover una ceja, no recaudar US$ 270 millones que podrían invertirse en educación, salud e infraestructura. No solo eso. El premier interpuso sus “buenos oficios” para que el presidente de la Región Áncash, César Álvarez, que al principio objetó el programa de reinversión, también lo acepte. La empresa le aseguró a Álvarez que cubriría cualquier “faltante” que se presentara en los programas de inversión de la Región y de las municipalidades en los próximos años por el menor pago del IR. La cuestión es que en Áncash quizá no falte dinero porque, de un lado, hay excedentes acumulados del canon de años anteriores y, de otro, que Antamina seguirá teniendo utilidades, por lo que va a haber poco o ningún “faltante”.Pero aun si lo hubiera (y la empresa lo cubre), el problema central es, repetimos, que el Estado peruano no asume la responsabilidad que le corresponde: aprovechar los beneficios que generan los precios extraordinarios de los recursos naturales, que son de la Nación. No lo hace con los contratos pasados y tampoco modifica la legislación para que esto no se vuelva a repetir en el futuro. ¿Y la oposición? Bien, gracias.
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ACTA DEL GOBIERNO REGIONAL Y ANTAMINA: Reinversión de utilidades

Por: Richard Moreno Bustos

El acta firmada entre el Gobierno Regional y compañía minera Antamina, nos ubica en una nueva etapa de intervención de la empresa minera del cual hay temas importantes a considerar:
En primer lugar, según lo mencionado en los medios, la reinversión de las utilidades de esta minera sería alrededor de 1 200 millones de dólares; entonces, el canon que Ancash dejaría de percibir sería aproximadamente de 180 millones de dólares, el mismo que en esta ocasión se menciona que “no se va perder”, sino que la empresa va “compensarlo” a través del Fondo Minero Antamina. En ese sentido, se entiende que los 180 millones de dólares compensatorios serán administrados por la empresa privada sea ejecutando proyectos o, según convenio, transfiriendo recursos a los gobiernos sub nacionales y universidades públicas de Ancash.
Recordemos que el Fondo Minero Antamina administra aquellos recursos del denominado “programa Minero de Solidaridad con el Pueblo” originado en el precio alto de los minerales y por el cual la empresa destina el 2.75% de sus utilidades para inversión social y productiva. Siendo así, éste tendrá que implementar otro brazo de administración en la medida que el origen de ambos recursos tiene una connotación diferente.
Siendo optimistas, podemos apreciar que se abre una oportunidad para: a) destinar recursos a proyectos restringidos por la actual ley de canon (solo para infraestructura pública); b) Superar, en algo, los problemas generados por la concentración del canon sólo en algunos gobiernos locales derivado de la actual distribución legal vigente y ampliar la oferta de financiamiento a otros gobiernos locales del departamento y, c) Dotar a las universidades de fondos para investigación, promoción de capacidades en catedráticos, alumnos etc.
Sin embargo, hay un condicionamiento a tener en cuenta, pues para el uso de estos nuevos fondos se exige que los gobiernos y universidades previamente “gasten los recursos de canon que tienen acumulados”, el mismo que merece mayores especificaciones.
Aún cuando vivimos una coyuntura marcada por el proceso electoral, queda pendiente en la agenda que un equipo técnico conformado por el gobierno regional y quizá la representación municipal y universitaria amplíen su nivel de dialogo con Antamina para definir formas, condiciones y mecanismos idóneos de uso para los fondos antes mencionados.
Hay una tarea muy ardua respecto de este tema, pues el resultado de la negociación ha configurado un nuevo poder y está incorporando la responsabilidad de asignación y administración de fondos a la empresa privada.
Finalmente, se hace necesario exigir una mayor transparencia y acceso a información sobre el manejo de estos recursos, puesto que se trata de fondos que están destinados a inversión pública y es de interés de todos los ciudadanos saber a dónde y cómo se utilizan.
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Ricardo Uceda: "García les está ganando la pelea a los medios"

Ex director del semanario “Sí” y ex jefe de la unidad de investigación de El Comercio (1994-2000), Ricardo Uceda es uno de nuestros más respetados periodistas. Titular del premio María Moors Cabot (2000) y autor del libro “Muerte en el Pentagonito”, hoy es director del Instituto Prensa y Sociedad (IPYS). Esta entrevista toca el tema de la relación siempre compleja entre prensa y poder.
Por Federico de Cárdenas
¿Se vienen tiempos duros para la libertad de expresión en América Latina? Hay una restrictiva legislación de prensa en preparación en Ecuador, subsisten los problemas en Venezuela. ¿Cómo ves el panorama?
–Es indispensable comenzar reconociendo que tenemos más libertades que hace dos decenios y que ahora el periodismo de investigación en América Latina afronta menos riesgos. En este sentido el mensaje de transparencia en la información ha calado y no habrá marcha atrás. Pero el panorama es muy variado y es verdad que hay en algunos gobiernos la tendencia a controlar medios. Están los casos de Venezuela, Nicaragua o en menor medida Ecuador y Argentina, pero creo que finalmente va a prevalecer la fuerza de los ciudadanos que quieren una información libre y diversa.
–Y a nivel nacional, ¿cómo ves las cosas?
–Tenemos un ambiente de amplias libertades. No se ha repetido el pantano fujimorista y ni el gobierno de Toledo antes ni el de García hoy han manifestado una relación autoritaria con los medios. Esto no quiere decir que no haya problemas: el principal es el de radio Bagua, que ha sido abusivamente clausurada por razones políticas. Se la acusa falsamente de promover la violencia y se la ha cerrado con una triquiñuela administrativa que persiste. Encuentro lamentable que la Asociación de Radio y TV no proteste, como sí lo ha hecho el Consejo de la Prensa. La televisión, en general, es más complaciente con el gobierno. Hay poca competencia en sus investigaciones y poca variedad de opiniones políticas. Esto puede ser más sensible en la época electoral que se avecina.
–¿Estás de acuerdo en establecer una diferencia entre la situación de los medios en Lima y la que se da en provincias?
–Sí. Me parece muy necesario. Tanto a nivel de peligros como a nivel de influencia de poderes estamos ante situaciones distintas. En el interior carecemos de industria periodística –en el sentido que no puede dar empleo digno a nadie–, hay mucha corrupción y se da intervención descarada de poderes, y no solo políticos o económicos: me refiero al narcotráfico.

Pero a veces también es el Estado. El juez del Primer Juzgado de Alto Amazonas, Julio César Aquino Medina, ha iniciado proceso penal contra el periodista Giovanni Acate, director de radio Oriente y Canal 8 TV, por considerar que la cobertura que realizó de la huelga indígena ocurrida en mayo pasado incitó a la violencia y al desorden. El juez lo acusa de apoyar una movilización, criminalizando opiniones favorables al ejercicio de un derecho ciudadano. Apoyar una movilización no es instigar al delito ni es complicidad o fomentar el desorden.
–Estas presiones son distintas a las que se registran en ciudades como Trujillo o Arequipa, donde también las hay.
–Así es. Me parece necesario mencionar el caso de La Industria de Trujillo, que más allá de estar en una posición poco crítica frente a presuntas violaciones a los derechos ciudadanos en esa ciudad –lo cual es su derecho– ha despedido a su editor en Chimbote por razones políticas. Ítalo Jiménez fue despedido por el nuevo directorio porque mantenía una línea editorial demasiado opositora al gobierno regional. Es obvio que cada diario puede darse la línea que decidan sus promotores, pero aquí lo objetable es que Jiménez fue acusado de falta grave. El caso está en manos de un estudio laboralista para ver si se revierte este abuso.
Ese sería un caso de intromisión de un poder político local en la línea de un medio. Pero también hay actitudes heroicas, como la de El Búho en Arequipa, enfrentado con sectores de la burocracia universitaria local que lo tienen acosado judicialmente por sus denuncias. Este caso es representativo de medios independientes que dan lucha por principios, aunque pongan en peligro su propia existencia.
En mi opinión esto ocurre porque la industria periodística no se ha desarrollado. No hay un mercado en el interior, y en esto nos diferenciamos de países vecinos como Ecuador y Bolivia, que tienen diarios muy importantes, rentables e independientes, en ciudades distintas a su capital. Son los casos de El Universo en Guayaquil y El Deber en Santa Cruz.
De ayer a hoy
–En el Perú el momento de máxima interferencia del poder político se dio con el fujimorismo, cuando se compró la línea editorial de diarios, radios y televisoras, y una prensa amarilla rentada desde el SIN difamó a la oposición.
–Sin duda, el país tiene evidencias de la enorme corrupción que se produjo. A partir de allí, diría que el vaso está medio lleno o medio vacío, según lo queramos ver, porque lo bueno del Perú es que hay mucha competencia entre los medios y una prensa muy dispuesta a fiscalizar. A veces lo hace mal, o no lo hace rigurosamente, pero es importante que exista esta voluntad. Porque si bien, para dar un ejemplo, muchas de las cosas que se le dijeron a un gobierno como el de Toledo en la prensa fueron excesivas, lo cierto es que sin este seguimiento implacable hubiera cometido errores que lamentaría.
–En este sentido, ¿hay diferencias en la actitud de la prensa frente a Toledo y frente a García?
–Sin duda. Acuérdate que no bien elegido Toledo se disparó a los pies, sin ayuda de los medios, al decir que lo habían secuestrado, lo que llevó a que se descubriera su noche de juerga; vino luego el aumento de sueldo y casos como el de la paternidad de Zaraí, y eso solo para comenzar. En el caso de García, los hechos controversiales que se han dado no los ha provocado él mismo, como el de los petroaudios o el de la paternidad de su último hijo, y ante ambos tuvo reflejos adecuados.
Toledo fue acosado por los medios y en cierto modo fue derrotado en términos de imagen, en tanto que García –es mi impresión personal– hasta ahora les viene ganando la pelea a los medios. Entonces, no es que los medios hayan inventado nada, pero los efectos han sido distintos.
-¿Pero no hay en este gobierno un excesivo protagonismo del Ejecutivo –y del presidente– como generador de noticia?
–Sin duda, y a veces les ha salido mal, como en el anuncio del hallazgo de gas, y a veces les ha salido bien, como en el de los pishtacos –bien en el caso de que lograron distraer un tiempo a la prensa–, pero eso hace todo gobierno. No digo que lo apruebe, pero no me escandalizo por ello.
–¿Y no te preocupa el carácter inmediatista de la prensa?
–Sí. La prensa, en todos los países, está obsesionada por cosas del momento, lo que hace que dedique poco tiempo al seguimiento de asuntos. Es que eso requiere de tiempo y dinero, no siempre disponibles.
Además, tenemos ese nuevo concepto, tremendamente invasor, del entretenimiento que cada vez penetra más en los medios. Ingresas a algunas páginas web locales y aparecen como notas destacadas pleitos entre personajes de TV que no interesan a nadie o mediciones de rating de programas. Hay una presión constante de los departamentos de marketing por disfrazar de noticia el entretenimiento. Y no solo aquí.
La fiscalización
–Hay excepciones destacadas.
–Sin duda, por eso te decía que el vaso está medio lleno o medio vacío. Hay ejemplos estupendos de ánimo fiscalizador, como lo que hizo Perú 21 con Tralima y lo que ha hecho La República con el indulto a Crousillat. Me parece importante que medios de distinto signo compartan este ánimo. Pero también creo que hay casos para los que requieren de otro tipo de esfuerzo y dedicación para los cuales no están preparados, salvo que se produzca una filtración. Cito cuatro: 1) La corrupción: recordemos que un caso como los petroaudios no fue tanto trabajo de la prensa sino iniciativa de gente que quería vender información. Y se trata aquí no solo de asuntos que violan el Código Penal sino de conflictos de intereses que no están penalizados. Cada vez es más difícil seguir la corrupción. Aquí la reacción del gobierno ha sido rápida, al amortiguar un caso tan grave como BTR y que implica una conspiración para financiar una candidatura presidencial, tema que ha pasado a segundo plano.
2) El narcotráfico: estamos exportando tanta cocaína como Colombia. ¿Dónde están los narcos infiltrados en los grupos económicos? De momento, los medios dependemos de lo que nos diga la PNP, con todo lo que ello implica. Para detectar a los grupos que embarcan la droga hacia México se requiere de medios. Ese tema es un gran reto; 3) El financiamiento de la política: uno de los temas más importantes de interés público y más secretos; 4) El seguimiento a la actividad empresarial: la gente que lo hace en los medios sigue la premisa de que ”hay que fomentar la inversión privada”. El periodista no puede ser una suerte de relacionista público del capital. Se le debía seguir con tanta distancia como se sigue a otros poderes, y eso requiere capacitación.
–¿Crees que podamos llegar a tenerla?
–No lo sé. Hay un debilitamiento de las empresas periodísticas tradicionales por obra de internet, y hasta en países como EEUU se encarga estas investigaciones a ONGs especializadas que han logrado éxitos notables. Me refiero a la gente de Propública o Center for public integrity que han descubierto negociados y desfalcos en la guerra en Irak. Tampoco me parece lo ideal, espero que estos temas sean tratados por la propia industria periodística en su reingeniería futura.
EL ESCUADRÓN DE LA MUERTE
–Han pasado dos meses desde que revelaste la existencia de un escuadrón de la muerte en la PNP de Trujillo. ¿Cómo evalúas lo que sucedió después?
–El caso estuvo dos semanas sin ser comentado, de ahí pasó a las columnas de analistas políticos y finalmente a la opinión pública. Me parece importante que el MP haya abierto investigación sobre las muertes, y lo digo porque todas las fuerzas vivas de Trujillo están con la policía. Eso generará todo tipo de presiones políticas sobre la fiscalía, desde el diario más tradicional hasta la cúpula del APRA en Trujillo, muy interesada en proteger a los investigados. Pese a ello, creo que dará lugar a un proceso emblemático en el PJ que durará varios años y me ha satisfecho que la institucionalidad (MP, luego Defensoría) haya funcionado.
Al igual que la prensa, y sin ninguna concertación.
Es también el tipo de casos que requiere de tiempo, pese a que aquí, más que investigación, hice trabajo de campo y de recolección de datos. Pero me tomó dos meses y con un equipo, decisiones que en un medio no se toman fácilmente. Otro logro ha sido que los implicados hayan sido apartados de niveles de mando y trasladados.

Tomado de:
http://www.larepublica.pe/archive/all/domingo/20100110/10/node/243265/todos/1558
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